domingo, 8 de novembro de 2009

La gitanilla





Cuando Preciosa el panderete toca,

y hiere el dulce son los aires vanos,

perlas son que derrama con las manos,

flores son que despide de su boca.



Suspensa el alma y la cordura loca

queda a los dulces actos sobrehumanos,

que de limpios, de honestos y de sanos

su fama al cielo levantado toca.



Colgados del menor de sus cabellos

mil almas lleva, y a sus plantas tiene

Amor rendidas una y otra flecha:



ciega y alumbra con sus soles bellos,

su imperio Amor por ellos se mantiene,

y aun más grandezas de su ser sospecha.

Miguel de Cervantes

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